



Ya estoy de vuelta de Kerala, 'Kera', coco en Malayalam (idioma Keralí), tierra de los cocos. El aterrizaje en Kochín me avisaba de la belleza paisajista que me iba a encontrar, cientos, miles de cocos formando un enorme cogollo verde, tierra rojiza y casas bajas. Tras un par de trenes, llegué al destino planeado, Varkala, pequeño pueblo al sur, a unos km-s de Trivandrum, con playa, acantilados y tranquilidad. Me alojé en el Taj Mahal beach Resort, por 200 rs, y un restaurante con gente amable y comida buena, se antojaba el spot perfecto donde pasar los siguientes días. Estuve tres días en Varkala, donde comí como un marqués, surfeé olas buenas, conocía a gente interesante, me tosté al sol, leí a mis anchas, escribí en mi diario, bebí agua de coco, comí buen pescado, disfruté de algo de Ganja, incluso tuve la oportunidad de ver el partido del Athletik contra el Barça, no comment.
Luego partí hacia Allepey, centro neurálgico de los Backwaters. Como estaba solo me cogí una canoa y me dí una vuelta por los canales y tal, sin mas, algo aburrido, me gustó mas el Delta del Mekong. Calicut y el que ha sido mi jefe en los últimos 8 meses me esperaban. Fueron tres días en los que conocí de primera mano la vida en Kerala como local, fuimos a la jungla, vimos animales, bebimos brandy, charlamos, comimos otra vez como marqueses, presenciamos una demostración de una lucha tradicional en la India,,,,,en fín, un broche final perfecto de mi estancia en India.
Ahora, falta vender la Vespa, la guitarra y despedirme de la banda. La cita, esta noche en el Bountys, un buen Steak Special, birritas en buena compañía.
txapela buruan ta etxera bueltan