Mil doscientos millones de habitantes, viven, trabajan, comen, conducen, andan y cohabitan en la India. Repartidos en 29 estados o regiones, desde la norteña y bella Jasmmu & Kashmir, hasta la sureña Kerala, el país basa el 70% de su economía en la agricultura, y el resto en la industria y en el mercado de telecomunicaciones. Si de una palabra se tratase para definir a un pais como la India, el que escribe mencionaría, contraste. No hay blanco sin negro, seco sin mojado, en la India, el leitmotif de la cultura, de la sociedad, de la política, es la abundancia de contrastes, con la connotación de contradicciones muy a menudo presente.
Es fácil ver en el centro de las ciudades como los mas pobres, sobreviven en tiendas de campaña hechas con residuos, entre vacas, perros, corderos e incluso gorrinos, mientras a unos metros de allí, un gran edificio moderno de oficinas alberga a cientos de trabajadores de clase media-alta, impasibles ante el cuadro que presencian a diario. Es curioso porque ningún indio ni siquiera fija la mirada en esta gente, sin embargo, cualquier otra cosa o acontecimiento que se encuentre al alcance de su vista merece su atención y es objeto de una mirada fija de unos pocos segundos. Los indios miran mucho, son mirones de los pies a la cabeza, ya sea por aburrimiento o por pasión, el gran deporte nacional, el trabajo mas frecuente, es el arte de mirar.
En las calles en India, hay mucha actividad, desde el alba hasta medianoche hombres y mujeres, niños, adolescentes y animales, hacen de las calles el escenario principal de la vida a lo largo y ancho del país. Quizás por eso mismo, por el hecho de que las calles se conviertan en un escenario, existe tanto público observando las múltiples y variadas actuaciones de sus protagonistas. Pero dichas actuaciones, en el mundo occidental, no son dignas de ser observadas, sin embargo en la India, todo, absolutamente todo, excepto la vida de los más pobres, es digno de ser observado.
A menudo me molesta este hábito del Indio, quizás porque yo también sea algo mirón, y la competencia no me agrada. En estos casos, desafío a mi oponente con una mirada profunda, dura y de mala leche, intento que se sienta mal al mirarme, pero rara vez apartan la vista. Siempre salen victoriosos, y yo me cabreo aún mas. Pero con el tiempo he aprendido que no es la mala leche lo que les hace apartar la vista, sino todo lo contrario, la sonrisa. En ocasiones, ellos también sonríen, lo cual es un empate que sabe a victoria para ambos, y en otras, no encajan con deportividad la sonrisa y apartan la vista con cierta mala leche, y yo salgo victorioso.
Una vez más, la vida me demuestra que ser positivo te llevará a buen puerto, y hay que tener la habilidad suficiente para adaptar tu estado de ánimo a las circunstancias que te rodean.
Hasta la próxima y que sean felices
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2 comments:
si!
Supongo que lo peor de los indios es en parte eso, bueno, tienes muchísimas más cosas malas, no os penséis, pero una de las cosas lamentables es el mironeo, ejemplo, accidente de tráfico en India, qué sucede? Pues quinientos indios se amontonan al rededor del accidente, miran la sangre, comentan, se mueven, tocan un poco la moto que acaba de ser aplastada por el camión, vuelven a mirar la sangre, pero ni dios lleva al herido al hospital, ya se puede quedar ahí muerto, pero nadie le va a llevar. Lamentable.
Hace algún tiempo salía en el periódico que un tipo iba con su coche y por lo que fuera alcanzó por detrás a una chiquilla que iba con su bici al colegio. La niña al suelo, golpe en la cabeza, charquito de sangre, y qué hay que hacer en estos casos? Seguramente en otro país llevar a la niña al hospital, no? Pues India es diferente, lo primero que hay que hacer es darle de hostias al conductor, nadie se ocupa de la niña, eso no, pero vamos a linchar al conductor por malo.. joder, lamentable, pero bueno, supongo que hay tanto que nunca entenderemos aquí.....
en cualquier caso, sed felices, y no hagáis el indio más de lo necesario :D
SSergio.
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